Música, cultura y qué es una «Comunidad Resonante»

-«Estoy muy agobiada, tengo que grabar un vídeo bastante largo hablando sobre qué es una comunidad en relación a nuestra cultura»

-«Es muy fácil», le dije. «Es como una obra musical, o como una orquesta» y le expliqué un poco más de esa visión tan inspiradora.

-«Me gusta ¿puedes ponerme algunas líneas sobre eso que me puedan inspirar?»

Entonces me puse manos a la obra. Cuando se lo leyó me dijo: «Esto es demasiado bueno y si lo cuento yo no sería creíble. Publícalo».

Agustina, con todo mi cariño, te lo dedico. A ti y a tu maravillosa «Comunidad UFV»:

Una comunidad es una obra viva en la que cada persona es parte de un todo, como lo es una nota o un instrumento en una obra musical.

Igual que en una obra musical, las notas por sí solas no forman parte de una obra hasta que no vibran en relación unas con otras en el tiempo. Resuenan unas con otras y avanzan.

Esa relación entre cada nota dentro de un ritmo, una armonía y expresando algo que les trasciende es lo que da sentido a una buena obra musical y su interpretación.

Existe una estructura, una partitura o esquema musical, que hace que sea posible un orden determinado que genera estabilidad gracias a ese marco común, y al mismo tiempo es necesaria una flexibilidad, que hace que esa obra esté viva, llena de matices y de espontaneidad genuina. La interrelación consciente entre cada nota, la manera en que se sostienen unas a otras gracias a una intención armónica y a una dirección compartida, hace que la obra sea orgánica, evolucione y sea expresiva.

En una verdadera comunidad, cuando existe esa relación viva, que conecta a una persona con otra de manera orgánica, estable y al mismo tiempo diferente en matices a cada momento (es decir nunca mecánica y siempre atenta y en relación a los otros), esa comunidad puede avanzar tomando poco a poco consciencia de la grandeza de la obra que interpreta.

Igual que en una orquesta cada instrumento tiene su lugar por sus cualidades tímbricas y tesitura, en una comunidad cada persona, por sus características particulares tiene un lugar, ya sea como la nota que sostiene la armonía con sus graves como un contrabajo o una tuba, las notas intermedias que apenas se perciben pero que llenan de contenido con sus melodías ocultas, como las de las violas, o las notas que llevan la melodía, reconocible por todo el mundo, como los violines. Todas, incluido el cling del triángulo, son fundamentales para que el sonido de la orquesta esté completo.

Y al igual que una buena interpretación de una obra musical, una comunidad aspira a un bien mayor cuyo último fin es impactar en las vidas, según la «partitura», de su público, desde el espacio universal de su belleza, su verdad y su bondad, para lo cual cada miembro debe poder vivir en una constante evolución, para adaptarse a esa misión compartida, según la complejidad de cada momento y en la claridad de acción que permite una escucha atenta y una intuición despierta.

Tan importante es, por tanto, saber cuándo tocar y cuando callar escuchando en atención, para tocar en el momento necesario con la intención adecuada, pues ya solo la escucha, no solo del músico más cercano sino del conjunto, es un acto, quizá el más importante, que nos hace partícipes de la obra final, haciendo fácil lo que parece difícil y posible lo que parece imposible.

Así, finalmente, si la obra, siempre viva e inevitablemente imperfecta, alcanza parte de su objetivo, se produce (sin saber nunca exactamente cuándo ni cómo) la catarsis o entusiasmo compartido, al presentarse por algunos instantes irradiando una belleza genuina y superior, percibida inequívocamente por cualquier miembro de la comunidad y su entorno, y dejando un poso y un recuerdo en el corazón, suficiente como para reiniciar con energías renovadas los ensayos, esfuerzos, correcciones y progresos que sean necesarios para continuar con su misión.

l

musicalthinkers

May 27, 2022

Recibir por correo cuando publiquen nuevas entradas al Blog


Loading

nuestras redes

Últimas entradas

0 comentarios

Enviar un comentario